sábado, 21 de mayo de 2011

España dice ¡Basta Ya! Spanish Revolution


Lo primero de todo, pedir disculpas por la falta  de dedicación al blog, no voy a poner excusas. La cuestión es que en estos días, y debido a la orientación del blog, es ineludible escribir algo.

Las protestas, reivindicaciones, acampadas, al fin y al cabo, el despertar de la gente que se está dado en España desde el pasado 15 de mayo están siendo una bocanada de esperanza ante la situación deplorable en la que se encuentran las sociedades de casi todos los países, ya hayan estos promovido o sido explotados por el sistema capitalista “tan hermoso” que tenemos hoy en día.

Este movimiento ha empezado con muy buen pie, la gente se ha organizado de forma autónoma, sin nadie que los lidere. La convocatoria para las manifestaciones del domingo 15M se difundió por internet, el único medio libre que nos queda (aunque cada vez menos, habrá que luchar también por él en un futuro próximo, la gente que está en el poder no va a permitir fácilmente que tengamos una herramienta tan potente). Redes sociales como Twitter y Facebook,  consiguieron en cuestión de días que la llamada a las calles de la plataforma online Democracia Real Ya llegase a una enorme cantidad de gente. Decenas de miles de españoles salieron a las calles a expresar su indignación ante la situación actual. La gente respondió a la convocatoria y el éxito fue tal, que se convirtió no solo en una gran manifestación más, si no en el comienzo de lo que espero sea un completo cambio.

El mismo día 15, tras las manifestaciones en más de 50 ciudades españolas, la gente de Madrid se organizó de forma espontánea y realizaron una acampada en la Puerta del Sol, la protesta no terminó con la manifestación, sino que fue el comienzo de una protesta permanente que ya suma su quinto día y su quinta noche. Tras el éxito en la Puerta del Sol, el lunes la réplica se produjo en muchas ciudades españolas donde desde entonces la gente también se ha establecido de forma permanente en puntos representativos. Estas acampadas no se han limitado a protestar, la gente ya no llora como un bebé en la cama, ha despertado, ha crecido, se levanta de la cama y comienza a satisfacer sus necesidades. Se están dando asambleas en las que la gente expresa sus opiniones y debate sobre la situación y los objetivos que debemos plantearnos. Los colectivos acampados se están autoorganizando creando comisiones para satisfacer las diferentes necesidades: Hay una comisión que se encarga de recoger las propuestas de la gente y cribarlas bajo unos mínimos establecidos en las asambleas. Hay comisiones de difusión informativa, que se organizan para informar en universidades, barrios y pueblos. Comisiones de logística que recogen y distribuyen mantas y cartones para dormir, lonas para la lluvia, cartones y rotuladores para pancartas,… Comisiones para recoger y distribuir comida para los asistentes, comisiones de limpieza,… Se ha recogido dinero para las multas de los detenidos de las primeras noches.

Ello demuestra que no solo no estamos de acuerdo con lo que nos ha sido impuesto  tan sutilmente y poco a poco, sino que estamos absolutamente indignados y que la gente tiene la intención de cambiarlo. Además estas acampadas no han sido autorizadas de forma legal en muchas ciudades (resulta curioso que una de las excepciones sea precisamente Valencia, donde la corrupción política es ya más conocida que las naranjas, la paella o las Fallas). A pesar de no ser legales, a pesar de haber policía que ha intentado desalojar las primeras noches, a pesar de la escasa cobertura que los medios de comunicación les brindaron en sus inicios; la indignación generalizada y el boca a boca han hecho de este movimiento la semilla de un posible cambio en la sociedad. El éxito es tal que las protestas se han extendido a las capitales de muchos países donde los españoles se están reuniendo frente a las embajadas de España.

Las acampadas son indefinidas. Los protestantes tienen la intención de permanecer más allá de las elecciones del próximo domingo 22, y es que la cuestión no es uno u otro gobierno, es la falta de responsabilidad de los políticos en general, la falta de respeto al ciudadano por quienes ellos deberían velar. En vez de ello sencillamente se dejan extorsionar y manipular por los mercados. Mercados tremendamente poderosos, eso sí (50 de las 100 mayores potencias económicas son grandes corporaciones), que son capaces de manipular a los políticos como títeres; y a su vez los medios de comunicación que nos comunican verdades a medias y distorsionadas con las que consiguen manipular a gran parte del rebaño que somos la ciudadanía de a pie. El problema es que la mayoría de la gente únicamente ve al intermediario, el político, aquel que está entre quien realmente toma las decisiones y nosotros. Y por tanto son ellos a quienes la gente escucha y con los que se indignan. Pero el problema real permanece oculto, son los directores de grandes bancos, los dueños de grandes multinacionales que únicamente se preocupan en promover ese consumismo que tanto se han encargado de meternos en la cabeza, ese consumismo que mueve los mercados, aquellos que se dedican a intentan controlar los mercados globales de alimentos de primera necesidad o a privatizar el agua en países en vías de desertización haciendo que sus ciudadanos tengan que dedicar un tercio de sus ingresos a obtener agua potable. Los políticos no son el problema, los políticos son como la policía en estos días, ellos cumplen ordenes de otros que están más arriba. Las mentiras con las que nos manipulan y que cada vez son más comunes son el resultado de la mala base del sistema, el cual para funcionar adecuadamente necesita un crecimiento limitado cuando en realidad nuestros recursos lo son y mucho, especialmente los no renovables y más cuando no son bien gestionados.

Ahora, como algunas pancartas proclaman, nosotros tenemos todo el tiempo, debemos ser conscientes de la importancia del momento y de tomar buenas decisiones y emprender buenas iniciativas que mejoren realmente nuestra calidad de vida. Y aquí es donde todos nos tenemos que poner de acuerdo. Una buena calidad de vida no es sinónimo de comodidad o de dinero. Debemos de aprender a valorar las cosas sin utilizar el dinero, ¿por qué valoramos un trabajo en función de lo que nos pagan? ¿por qué no incluir la satisfacción personal de realizar ese trabajo, o el tiempo libre que nos permita disfrutar de nuestra gente, aficiones, o llevar a cabo otros proyectos que nos planteemos? La calidad de vida en mi opinión es el poder tener una vida más plena, poder crecer como persona, poder cultivar la cultura, poder realizar proyectos y cumplir objetivos personales, disfrutar de tu gente…

Debemos realizar ejercicios de reflexión, y no solo el día de antes de las elecciones, debemos desarrollar el pensamiento crítico y aprender a valorar las cosas en todos sus aspectos y no solo en el económico. Debemos contextualizarnos y darnos cuenta del mundo en que vivimos, comprender los errores que nos han llevado a la situación global actual, y a partir de ahí ser responsables y comenzar a desarrollar un futuro mejor que nos permita tener una mayor calidad de vida.

Por mojarme un poco y dar también mi opinión y lo que a mi me gustaría, que eso es algo que todos deberíamos hacer estos días. Yo opino que la campaña debería tomar un poco más de orientación antisistema. Es realmente el sistema en el que vivimos el que está corrupto, no sólo los políticos. Como se hace de notar en el blog y ya he dicho más arriba, defiendo la idea de que un sistema que se basa en un crecimiento ilimitado no es capaz de funcionar adecuadamente cuando la cantidad de recursos no es ilimitada. En mi opinión la situación actual se deriva del hecho de que hemos llevado el funcionamiento del sistema hasta el límite, sobreexplotando recursos y además a costa del futuro de los que están por llegar. El hecho de que el sistema esté al límite y que se comiencen a evidenciar los “fallos”, fallos que se traducen a nivel del ciudadano en problemas sociales, fallos que los políticos intentan ocultar con sus mentiras y que los medios, manipulando la información hacen que no lleguen a las personas. Debemos desarrollar un sistema más eficiente, en el que se reduzca el consumo, en el que se reutilice más, en el que la gente encuentre felicidad en aspectos menos materiales, en el que aprendamos a respetar a la gente ya sean nuestros prójimos o vivan a 20.000km y sean de color azul. En mi opinión el día en el que las cosas cambien de verdad será el día en el que aprendamos que no solo hay que respetar a nuestros padres, los adultos o las leyes (siempre y cuando sean justas e igualitarias), sino a todas las personas y a la naturaleza, que es realmente la que nos mantiene. Lo último que quiero decir es que todo ello comienza por la educación, y por ello la importancia de leer y desarrollar el pensamiento crítico. Parafraseando a Baba Odum “Al final, solo conservamos (podríamos decir respetamos) lo que amamos, sólo amamos lo que entendemos y sólo entendemos lo que nos han enseñado”. La educación y la cultura son la clave de nuestro futuro. En nuestras manos está.


Acampada Sol (Madrid)

Hay mil sitios como estos en la red, informaos, y sobretodo PARTICIPAD!!!

Aquí os dejo, me piro a la de Granada!!!!



domingo, 23 de enero de 2011

Servicios de los ecosistemas. Su funcionamiento y estado.

¿Cuál es la fuente de los servicios ecológicos?

En el primer post os hablaba sobre los recursos naturales y los servicios de los ecosistemas. Comenté que las interacciones de las especies que viven en ellos, entre sí y con su ambiente, son las que permiten que el ecosistema "funcione". Podríamos hacer un símil con un reloj en el que las diferentes especies son las piezas, y su interacción permite medir el tiempo, limpiar el agua, renovar el suelo fértil, proteger de la erosión, obtener alimento... Hay muchos procesos que se dan lugar en los ecosistemas, y también existen diferentes grupos de especies o grupos funcionales. Las especies que conforman un grupo funcional  intervienen en procesos similares.

Como podemos ver el funcionamiento de los ecosistemas es el que nos provee de servicios beneficiosos para la sociedad. Las actividades humanas están afectando este funcionamiento. El Millenium Ecosystem Assesment (MEA), 2005 muestra que el 60% de estos servicios de los ecosistemas de los que nos beneficiamos ha  disminuido debido a las actividades humanas, siendo la mayor pérdida en los últimos 50 años. Hemos tenido un impacto enorme en los ecosistemas mediante los cultivos, el pastoreo, la pesca, la caza, la tala maderera, desvíos de cauces fluviales, construcción de ciudades, consumo excesivo de agua de los acuíferos, contaminación por uso de fertilizantes, y muchas más... Estamos afectando tanto a las especies como a su ambiente, estamos rompiendo los engranajes del reloj.

¿Algunos datos de su estado?

Un estudio en 20 países Europeos muestra que ha disminuido la población del 45% de las especies de aves.

En Estados Unidos el 48% de las especies de aves de las praderas están amenazadas.

La mitad de las 5000 especies de mamíferos han disminuido sus poblaciones y un cuarto están en peligro de extinción.

Las extinciones de especies animales de agua dulce se estima que serán al menos 5 veces superiores a las de especies terrestres o aves.

No sólo perdemos algunas especies y poblaciones, también perdemos partes de comunidades y ecosistemas, y con ellos también parte de la capacidad de producción de servicios que estos nos brindan. Según el MEA, tres cuartos de los bosques mediterráneos templados han sido transformados por actividades humanas y más de la mitad de otros 5 de los 13 biomas estudiados han sido transformados. Se ha perdido el 96% de la superficie de bosque original de Europa.

Los ecosistemas marinos también han sufrido mucho desde hace mucho tiempo. Los efectos interactivos de la destrucción del habitat, la sobrepesca, la introduccción de especies, el calentamiento, la acidificación, toxinas, aporte de nutrientes, ... los están devastando.  El 80 % de los grandes vertebrados marinos, el 65% de las fanerógamas marinas (son plantas, no algas) y el 67% de los humedales se han perdido. Estamos incrementando exponencialmente el número de zonas marinas costeras completamente muertas.

Al igual que los ecosistemas marinos costeros, los bosques de manglares y los corales también están sufriendo, por ejemplo el 40% de los arrecifes de coral se ha perdido en los últimos 40 años y la tasa anual está en el 1-2%. Parece mentira que de ellos dependa el sustento de unos 500 millones de personas.

Los ecosistemas de agua dulce son unos de los más alterados. La mitad de los humedales del mundo han sido alterados. La agricultura es la fuente del 60% de la contaminación que llega a lagos y ríos de Estados Unidos. Hemos construido más de 45.000 presas de más de 15m de altura. Los cambios en el régimen del caudal de los ríos altera la diversidad ecológica y el funcionamiento de los sistemas lacustres, así como el flujo de sedimento, el régimen térmico, y otros aspectos que afectan al funcionamiento de estos ecosistemas.

El desarrollo de los satélites ha permitido cambiar nuestra perspectiva de los procesos a gran escala. Las imágenes de satélites ha permitido la obtención de fotografías realmente impactantes. Os invito a un juego entretenido: Localiza daños graves que se le están haciendo a la naturaleza con imágenes de satélite (una forma sencilla es utilizando Google Earth / Maps)

Gran parte de este daño se ha llevado a cabo en los últimos 50 años.

Aquí podéis ver parte del daño que se está haciendo:


Captura de panta de Google Earth. Podemos observar una parte del Amazonas que ha sido completamente talada. La linea amarilla equivale a 100km.

Ampliación de la captura de pantalla anterior. La linea amarilla equivale a 1km.

Como ésta hay muchas zonas en todo el Amazonas y el resto del globo. Espero que la próxima vez que penséis en sitios como este no os quedéis con el nombre y lo que se ve en los documentales. Gracias a herramientas como estas podemos tener una idea más realista.

¿Qué se espera?

Los cambios que estamos llevando a cabo en el planeta afectan a estas especies de forma diferencial y esto además desestabiliza las relaciones entre ellas. Se producen desajustes en la relación de diferentes especies como flores y polinizadores, crecimiento de pastos y consumo por los herbívoros; pero también de éstas con su ambiente. Todo ello aumenta la fragilidad de las redes de interacciones que nos proveen de los servicios de los ecosistemas. Se estima que el 37% de las especies existentes estén abocadas a la extinción para el 2050. Si las temperaturas aumentan más de 2-3 ºC sobre los niveles preindustriales se sugiere que el 20 - 30% de especies de plantas y animales estén en alto riesgo de extinción.

Poblaciones de diferentes especies podrían adaptarse evolutivamente a estos cambios, pero la evolución es mucho más lenta que la velocidad a la que el ambiente está cambiando, especialmente en especies con largos tiempos de generación.

La resiliencia es la capacidad que tiene un sistema de volver a un estado previo tras una perturbación, pero cuanto más pertubado un sistema y cuantos más grupos funcionales pierde más difícil es que se recupere. Los sistemas con una baja resiliencia aún serán capaces de generar servicios, pero cuando sufran una perturbación (inundación, aumento temperatura, sequía...) puede que sea muy difícil que se recuperen y los servicios que generen se vean gravemente afectados.

El cambio climático no solo afecta a la biodiversidad,  los ecosistemas o los servicios que estos ofrecen. Es fácil darse cuenta de que las sociedades de todo el mundo también están implicadas, tanto en sus causas como en sus efectos. Actualmente existe un desafío enorme para políticos y gestores. No son responsables con el medio ambiente, pero deberían serlo ya que la vida de la gente, aunque parezca de forma indirecta, depende muy directamente de la naturaleza. Los problemas ya se han hecho de notar en muy diferentes aspectos, incluso ya tenemos refugiados climáticos, o zonas en las que el hambre aumenta debido a la falta de agua y producción primaria. En estas últimas además se espera que la inseguridad alimenticia haya aumentado en 2030.
 
Campos de refugiados en Haití.

miércoles, 12 de enero de 2011

Cuestionando el crecimiento económico.

Este es el título de un comentario que me he encontrado publicado por Peter Victor (economista en la Universidad de Toronto) el pasado 18 de noviembre de 2010 en la revista Nature (una de las revistas científicas más prestigiosas). Me ha parecido un artículo bastante interesante en el que se expone el efecto del crecimiento económico de parte de nuestras sociedades sobre el planeta, pero además se plantean y analizan posibles alternativas en mi opinión bastante razonables, aunque esto depende de quién las interprete.

Peter Victor nos muestra cómo la humanidad ha utilizado demasiados recursos naturales y ha sobrepasado el límite necesario para un correcto funcionamiento del planeta en diversos ámbitos como el clima, liberación de nutrientes, pérdida de biodiversidad y superficie natural (con la correspondiente pérdida de servicios ecológicos, de los cuales ya os he hablado en entradas anteriores). La producción bruta en peso de materiales, incluyendo los combustibles, se ha incrementado un 800% en el último siglo, con el consiguiente incremento de consumo de recursos y producción de desechos que acaban de nuevo en la Naturaleza. Al mismo tiempo la población ha crecido de 1.6 a 6 (actualmente casi 7) mil millones de personas que además hemos ocupado y transformado una gran parte la superficie de la Tierra. Todo esto ha sido debido al crecimiento económico, del cual ni los beneficios ni los costos o daños han sido igualmente repartidos. El crecimiento económico no parece por tanto un buen camino.


Una vez ya en contexto nos plantea la pregunta que da un giro al comentario, es la siguiente: Si las economías pueden desarrollarse y cómo, de forma que respeten las fronteras biofísicas del planeta y alimenten a los casi 9 mil millones de personas que se esperan para mitad de siglo.

Tres opciones serían las que nos plantea:
  1. Que los países desarrollados continúen luchando por un crecimiento económico mientras intentan reducir el impacto sobre el planeta. Lo que implicaría apostar por que el crecimiento económico puede ser separado del consumo de materiales y energía rápida y exitosamente.
  2. Promover el crecimiento en sectores que utilicen pocos recursos como el sector servicios siempre que esto no implique cambiar el consumo de recursos y la producción a otros países.
  3. Limitar el crecimiento en sí mismo

Esta última opción es apoyada por varios motivos: a) el crecimiento no está relacionado con medidas de felicidad; b) el crecimiento ha sido acompañado por una mayor desigualdad que ha derivado en problemas como la salud pública, y el malestar y descontento social; c) las posibilidades de mejora del mundo en desarrollo disminuirán si los países desarrollados continúan "invadiendo" más espacio ecológico, consumiéndoles más recursos naturales.

Esta opción está en contra de la perspectiva de una enorme cantidad de gobiernos y sociedades multinacionales. Debemos ser conscientes de que de las 100 mayores economías del mundo la mitad son estas sociedades multinacionales. Muchos países han respondido a la creciente crisis financiera con medidas desesperadas para reanudar el crecimiento económico, y es que desde los años 50 el crecimiento económico se ha convertido en una política prioritaria en si misma.

Actualmente necesitamos establecer una economía que cambie su objetivo de crecimiento por unos de estabilidad, resiliencia (capacidad de recuperarse tras desestabilizarse) y bienestar. El economista Herman Daly ha propuesto una economía en la que algunos de sus principios serían: que el consumo de los recursos naturales no supere su tasa de renovación; la tasa de extracción de recursos no renovables no debe ser superior a la tasa de creación de sustitutos renovables; que la liberación de deshechos no supere la capacidad del ambiente para asimilarlos; o proteger la tierra y el agua para evitar la competencia entre los humanos y el resto de organismos.

Daly y John Cobb han propuesto un "Índice de bienestar económico sostenible" (ISEW) incorporando la degradación de la Naturaleza, el agotamiento de los recursos y otros factores. Otros indices se han comenzado a desarrollar tras un informe de 2009 realizado por los ganadores del Nobel Joseph Stiglitz y Amartya Sen.  La cuestión es que ya Simon Kuznets en 1934 observó que "el bienestar de un país puede ser pobremente inferido a partir de los ingresos nacionales".

Algunas claves que nos plantea como pasos necesarios para conseguir un decrecimiento económico serían: reducir la cantidad de trabajo anual de las personas dividiendo el trabajo entre más fuerza obrera, la mayor disponibilidad de tiempo libre podría estimular economías que utilicen pocos recursos como aquellas relacionadas con la cultura (conciertos, museos, teatro, cine,...), o el turismo entre otros; programas mejor financiados contra la pobreza; una población estable (ya obtenida en muchos países desarrollados); y políticas más estrictas en medio ambiente y recursos, basadas en los principios de Daly.

Si bien, muchos científicos consideran que un "crecimiento cero" no es suficiente y miran seriamente al "decrecimiento": disminuir las economías desarrolladas para igualarlas con los recursos y límites medioambientales. El decrecimiento es necesario en cuanto al uso de materiales, energía fósil, tierra y agua.

Posteriormente nos plantea el debate sobre si este tipo de economía sería compatible con el capitalismo por los efectos que causaría en éste, y nos recuerda el hecho de que incluso en una economía decreciente algunos sectores crecen, como las energías renovables.

Mientras el crecimiento económico permanezca como algo tan importante para los políticos a nivel global la humanidad está tristemente atada de manos, y esto debe cambiar. La gente de a pie está dirigiendo su energía a un incremento del bienestar, en parte acudiendo a productos y materiales locales para su alimentación, vestimenta y otras necesidades. Las instituciones de todo tipo - financieras, políticas, legales, educativas, religiosas o sociales- que se hayan desarrollado para prosperar en una economía rápidamente creciente tendrán que adaptarse. Éste será el mayor reto y el cómo aún no puede ser respondido.

Termina diciendo que ante un futuro de cambio global (en toda su extensión, desde el cambio climático a sus efectos en los ecosistemas y en la sociedad) las economías desarrolladas deben planear un camino justo con los límites del planeta y que incluso los países en desarrollo tendrán que hacerlo en su momento. Bien hecho, esto podría llevar a vidas más plenas y satisfactorias para todos.


Victor, Peter. 2010. Nature. Vol 486: 370-371.

Las ilustraciones han sido tomadas de Eneko.



domingo, 21 de noviembre de 2010

El punto azul pálido

"El punto azul pálido" (The pale blue dot) es el título de una fotografía tomada por la sonda Voyager 1 en 1990 cuando salía del Sistema Solar. La fotografía fue tomada por petición de Carl Sagan.




Carl Sagan fue astrónomo y un gran divulgador de la ciencia, como se le puede reconocer por la serie "Cosmos". El siempre trató de relacionar los conocimientos del universo con el ser humano, mostrándonos como parte de él, dentro de una compleja red de relaciones, y lo consiguió magníficamente.




Un ejemplo de ello son los comentarios que hizo sobre la fotografía, los cuales nos hacen reflexionar sobre lo especial del planeta en que vivimos, sobre la relativa importancia de nuestras vidas, sobre la humildad y la responsabilidad. En fin, cada uno que reflexione, aquí os dejo su comentario:

"Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso es nosotros. En él se encuentra todo aquel que amas, todo aquel que conoces, todo aquel del que has oído hablar, cada ser humano que existió, vivió sus vidas. La suma de nuestra alegría y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilización, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada esperanzado niño, inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de luz del sol.

La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades visitadas por los habitantes de una esquina de ese pixel para los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina; lo frecuente de sus incomprensiones, lo ávidos de matarse unos a otros, lo ferviente de su odio. Nuestras posturas, nuestra imaginada auto-importancia, la ilusión de que tenemos una posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este punto de luz pálida.

Nuestro planeta es una mota solitaria de luz en la gran envolvente oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que la ayuda llegará desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.

La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos.

Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y construcción de carácter. Quizá no hay mejor demostración de la tontería de los prejuicios humanos que esta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de preservar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos conocido."

Crecimiento económico y recursos naturales

El crecimiento de la economía se ha debido en gran medida a la explotación de los recursos naturales (petróleo, carbón, madera, minerales, suelo, pesca…) El transporte es una pieza central en la economía, que ha permitido hacer llegar todo tipo de productos a un mayor número de clientes en una población a su vez creciente, ampliando así el mercado de forma exponencial. Un mercado mayor conlleva una mayor producción y, para ello, la utilización de un mayor número de recursos tanto para el producto final como para su producción.
 
A principios de la revolución industrial los recursos naturales aún no habían sido explotados de forma intensiva, y por tanto su explotación parecía inagotable. La revolución industrial favoreció el crecimiento y desarrollo del capitalismo, el cual está basado en un crecimiento ilimitado. Este crecimiento continuo acarrea una producción y consumo cada vez mayores en un mundo que no es infinito, en el que muchos de sus recursos no son renovables, y aunque gran parte de ellos lo son (madera, suelo, pesca, etc), su tasa de renovación es más lenta que la explotación que ejercemos sobre ellos.
 
Es lógico pensar que llegaremos a un punto en el cual nuestro crecimiento no sea compatible con los recursos existentes. Ese momento ya lo hemos superado, estamos consumiendo más de lo que la naturaleza es capaz de ofrecernos, y lo peor no es eso, si no la increíblemente mala gestión y distribución que hacemos de estos preciados recursos. 

Este tema será ampliado en futuras entradas, por el momento os dejo con una imagen que da que pensar. En ella podéis observar el consumo de recursos minerales per cápita en EEUU y las reservas que quedan (en años) según la tasa actual de consumo y a la mitad de la tasa actual. Es interesante pensar qué sucederá conforme vayamos consumiéndolas... será también importante nuestra capacidad para reciclar estos minerales a partir de los objetos ya creados y desechados.