domingo, 21 de noviembre de 2010

El punto azul pálido

"El punto azul pálido" (The pale blue dot) es el título de una fotografía tomada por la sonda Voyager 1 en 1990 cuando salía del Sistema Solar. La fotografía fue tomada por petición de Carl Sagan.




Carl Sagan fue astrónomo y un gran divulgador de la ciencia, como se le puede reconocer por la serie "Cosmos". El siempre trató de relacionar los conocimientos del universo con el ser humano, mostrándonos como parte de él, dentro de una compleja red de relaciones, y lo consiguió magníficamente.




Un ejemplo de ello son los comentarios que hizo sobre la fotografía, los cuales nos hacen reflexionar sobre lo especial del planeta en que vivimos, sobre la relativa importancia de nuestras vidas, sobre la humildad y la responsabilidad. En fin, cada uno que reflexione, aquí os dejo su comentario:

"Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso es nosotros. En él se encuentra todo aquel que amas, todo aquel que conoces, todo aquel del que has oído hablar, cada ser humano que existió, vivió sus vidas. La suma de nuestra alegría y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilización, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada esperanzado niño, inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de luz del sol.

La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades visitadas por los habitantes de una esquina de ese pixel para los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina; lo frecuente de sus incomprensiones, lo ávidos de matarse unos a otros, lo ferviente de su odio. Nuestras posturas, nuestra imaginada auto-importancia, la ilusión de que tenemos una posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este punto de luz pálida.

Nuestro planeta es una mota solitaria de luz en la gran envolvente oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que la ayuda llegará desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.

La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos.

Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y construcción de carácter. Quizá no hay mejor demostración de la tontería de los prejuicios humanos que esta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de preservar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos conocido."

Crecimiento económico y recursos naturales

El crecimiento de la economía se ha debido en gran medida a la explotación de los recursos naturales (petróleo, carbón, madera, minerales, suelo, pesca…) El transporte es una pieza central en la economía, que ha permitido hacer llegar todo tipo de productos a un mayor número de clientes en una población a su vez creciente, ampliando así el mercado de forma exponencial. Un mercado mayor conlleva una mayor producción y, para ello, la utilización de un mayor número de recursos tanto para el producto final como para su producción.
 
A principios de la revolución industrial los recursos naturales aún no habían sido explotados de forma intensiva, y por tanto su explotación parecía inagotable. La revolución industrial favoreció el crecimiento y desarrollo del capitalismo, el cual está basado en un crecimiento ilimitado. Este crecimiento continuo acarrea una producción y consumo cada vez mayores en un mundo que no es infinito, en el que muchos de sus recursos no son renovables, y aunque gran parte de ellos lo son (madera, suelo, pesca, etc), su tasa de renovación es más lenta que la explotación que ejercemos sobre ellos.
 
Es lógico pensar que llegaremos a un punto en el cual nuestro crecimiento no sea compatible con los recursos existentes. Ese momento ya lo hemos superado, estamos consumiendo más de lo que la naturaleza es capaz de ofrecernos, y lo peor no es eso, si no la increíblemente mala gestión y distribución que hacemos de estos preciados recursos. 

Este tema será ampliado en futuras entradas, por el momento os dejo con una imagen que da que pensar. En ella podéis observar el consumo de recursos minerales per cápita en EEUU y las reservas que quedan (en años) según la tasa actual de consumo y a la mitad de la tasa actual. Es interesante pensar qué sucederá conforme vayamos consumiéndolas... será también importante nuestra capacidad para reciclar estos minerales a partir de los objetos ya creados y desechados.

¿Qué son los recursos naturales?

Al hablar de recursos naturales solemos pensar en bienes materiales como materias primas, o alimentos. Los recursos naturales en realidad incluirían una amplia gama de servicios que los ecosistemas nos ofrecen. Sí, los ecosistemas nos ofrecen servicios, no son sólo un paisaje que contemplar o al que ir a pasear. Estos servicios pueden dividirse en cuatro tipos: de apoyo (ciclo de nutrientes, formación de suelo, producción primaria vegetal...), aprovisionamiento (alimento, agua, madera, combustible...), regulación (clima, crecidas, enfermedades...),y cultura (educativos, recreativos, estéticos, espirituales...) (Millenium Ecosystem Assesment, 2005). Cabe destacar que estos cuatro tipos no existen de forma aislada en diferentes ecosistemas, son diferentes tipos de servicios que los ecosistemas nos brindan en su conjunto. Para entender esto es importante tomar un punto de vista holístico, entender que los flujos de materia y energía que discurren por ellos, y de los que obtenemos estos servicios, lo hacen debido a un “engranaje/motor” interno constituido por las diferentes especies que los habitan (desde un mono a una bacteria), el ambiente en el que viven, la relación entre ambos, con otros ecosistemas, y también con el ser humano. 

Las riquezas que los ecosistemas nos brindan surgen como fruto de la interacción de todos sus componentes, y aunque algunas especies o procesos geológicos son claves para que se produzcan diferentes procesos naturales, también cabe destacar que el resto de especies pueden jugar un papel muy importante regulando a las anteriores. De esta forma surge una visión de la naturaleza como un sistema integrado en el que cada componente juega un papel importante. 

Con esta perspectiva quizás sea más sencillo entender que la naturaleza no es una despensa de la que tomar lo que queramos sin pensar en las consecuencias.